Ciro Marchetti ha enriquecido el universo del Petit Lenormand con la creación de ocho cartas extra en su baraja “Gilded Reverie Lenormand”. Esta iniciativa no es nueva en la historia del Petit Lenormand, pero muestra una voluntad clara de expandir y adaptar el sistema Lenormand a nuestra era contemporánea. En efecto, si el Petit Lenormand estándar fue pertinente y completo en el siglo XVIII, hoy parece encontrar ciertos límites, sin reflejar del todo las complejidades y matices de nuestro tiempo moderno.
Este artículo no pretende ser solo una reseña de las cartas extra del “Gilded Reverie Lenormand” sino también una reflexión sobre la tendencia a la abundancia de este tipo de cartas en el sistema Lenormand. Es una invitación a apropiarse y revisar las interpretaciones tradicionales de las cartas. Pues aunque añadir cartas extra es una práctica común, no es sistemática. Para apropiarse realmente del Petit Lenormand, es esencial reconsiderar en parte la interpretación clásica de las cartas, con el fin de adaptar nuestra lectura a la modernidad de nuestro mundo, manteniéndonos fieles a los símbolos originales.
La adición de cartas extra por Ciro Marchetti merece reconocerse por su audacia y creatividad. Estas cartas ofrecen una nueva dimensión de lectura e interpretación, permitiendo a quienes usan el Petit Lenormand responder mejor a las inquietudes actuales. Invitan a una exploración más profunda de la psique y de las dinámicas personales, alineándose así con las necesidades de desarrollo personal de nuestro tiempo.
El “Gilded Reverie Lenormand” de Ciro Marchetti es una baraja que, gracias a sus cartas extra, presenta una evolución interesante del sistema Lenormand. Sin embargo, hay que señalar que la introducción de nuevas cartas también puede generar cierta confusión en principiantes. Conviene entonces ser cuidadoso en su integración a la práctica adivinatoria. Deben enriquecer y no reemplazar las bases tradicionales que han demostrado su validez a lo largo de los siglos. Encontrar ese equilibrio entre innovación y tradición permitirá que el Petit Lenormand siga prosperando y adaptándose a las generaciones futuras.
En uno de mis artículos anteriores sobre la interpretación de las 36 cartas del Petit Lenormand, toqué el tema de algunas cuya interpretación clásica se solapa. Por ejemplo, la carta de El Jinete y la de La Carta. Tradicionalmente, El Jinete anuncia la llegada de una persona o una noticia, mientras que La Carta se refiere a noticias, buenas o malas, según la cercanía de Las Nubes. Aunque distintas, pueden parecer redundantes, lo que subraya la necesidad de una interpretación moderna más matizada para diferenciarlas claramente.
De igual forma, la similitud entre la carta 26, El Libro, y la carta 27, La Carta, merece consideración. Ambas están ligadas a la simbología del conocimiento, la investigación o la revelación, aunque representen “un documento”. Esta similitud requiere establecer una distinción más fina en su interpretación.
En cuanto a la carta 30, El Lirio, he optado por ampliar su significado. El Lirio, a menudo visto como un signo positivo, comparte un símbolo común con la carta 2, El Trébol, considerado un amuleto de buena suerte. Ambas se apoyan en una representación vegetal y evocan fortuna, pero El Lirio también trae consigo un simbolismo de nobleza, lealtad, pureza, fecundidad y fertilidad. Sin embargo, la carta 17, La Cigüeña, que simboliza cambio y mudanza, también puede asociarse con fecundidad y fertilidad, reforzando así la idea de redundancia.
Estas son solo observaciones personales, no exhaustivas, pero me hacen pensar que no es tan fácil mantener una rejilla de interpretación coherente, sólida, completa y *MODERNA* dentro del sistema Lenormand. Adaptar el sistema Lenormand a la modernidad de nuestras vidas puede ser complejo y delicado, lo que explica por qué las y los autores tienden a crear cartas extra para suplir las limitaciones del sistema estándar.
Preferiría llamar a esta carta “El Reloj” más que “El Tiempo”. De hecho, la ilustración de Ciro Marchetti me evoca una dimensión de progreso. El reloj, representado con varias esferas, simboliza un saber hacer humano, creatividad y energía inventiva. Es la obra de una mente que ha sabido trascender el mero paso de las horas para crear un objeto de tal complejidad.
Al observar las cuatro esferas, percibo un ritmo, una cadencia que también podría sugerir paciencia —sobre todo si imaginamos que cada aguja gira a una velocidad diferente—. Estos elementos me resultan más tangibles y significativos que el concepto abstracto de “tiempo”, que, aunque universal, sigue siendo vago y omnipresente, diluido en nuestra vida diaria.
Esta carta ofrece un contraste interesante con la carta número 1, “El Jinete”, que para mí representa dinamismo y rapidez. Nos invita a considerar el tiempo desde otro ángulo, a apreciar la lentitud y la reflexión, a reconocer el valor de cada instante.
El “Gilded Reverie Lenormand” de Ciro Marchetti es una baraja que interpela y fascina. La carta del tiempo, con sus múltiples esferas, nos recuerda que nuestra percepción del tiempo es subjetiva y que cada momento vivido puede tener un significado distinto según el contexto. Es una invitación a la contemplación, a tomar conciencia de que el tiempo no es solo un enemigo que se escapa, sino también un aliado que estructura nuestra existencia.
En el contexto del Petit Lenormand, la carta “El Tiempo” actúa como modulador de ritmo. Puede indicar una ralentización o una aceleración de los eventos según las cartas cercanas. En combinación, subraya a menudo la importancia de la temporalidad en la situación, recordando que todo llega a su momento para quien sabe esperar.
La carta del Puente, en su simbología, es un llamado a la conexión y al establecimiento de lazos. Me parece que comparte proximidad conceptual con la carta número 35, “El Ancla”, que evoca el apego, pero desde el ángulo de crear y mantener vínculos.
Para mí, el Puente es sobre todo un símbolo de acción en la comunicación. Por eso lo asocio estrechamente con la carta número 12, “Los Pájaros”, que representa comunicación y negociación. Considero que la interpretación tradicional de “Los Pájaros”, centrada en rumores, noticias o viajes, no hace justicia a la profundidad de su mensaje.
Esta carta nos invita a reflexionar sobre cómo establecemos conexiones en nuestra vida, sea con personas, ideas o acontecimientos. Nos incita a comprender la importancia de construir puentes sólidos, pero también a reconocer cuándo esos puentes se vuelven un obstáculo para nuestro avance. En definitiva, la carta del Puente en el “Gilded Reverie Lenormand” es un recordatorio poderoso de nuestra necesidad intrínseca de conexión e interacción.
En el Petit Lenormand, la carta del “Puente” sirve como enlace entre las demás, indicando pasos y transiciones. Puede señalar un cambio o evolución en la situación, dependiendo de las cartas que la rodean. En asociación, a menudo modifica el contexto de las cartas adyacentes, indicando ya sea una conexión armoniosa, ya la necesidad de superar un obstáculo para progresar.
Creo que la carta de los Dados ofrece un verdadero contrapunto a la carta número 2, El Trébol, que a menudo se percibe como un símbolo de suerte y protección. Los Dados, en cambio, evocan lo aleatorio, el azar y el involucrarse en situaciones inciertas. Es una carta que habla de riesgo, pero también de posibilidades infinitas.
En cuanto a la carta número 14, El Zorro, tradicionalmente representa la astucia y los negocios. Sin embargo, personalmente me cuesta asociarla únicamente a esos ámbitos. En mi práctica, el Zorro simboliza también la audacia, la desconfianza y la prudencia. Me parece que hay una resonancia entre el Zorro y los Dados: ambos nos invitan a la cautela y a la vigilancia, recordándonos que toda elección conlleva su dosis de incertidumbre.
Esta carta nos enfrenta a la propia esencia del riesgo y el azar. Nos cuestiona sobre nuestra capacidad para soltar el control y aceptar la incertidumbre como parte de la vida. Sin embargo, es importante no interpretar los Dados como una invitación a la imprudencia. Al contrario, nos animan a evaluar los riesgos y actuar con discernimiento. De igual modo, el Zorro, con su astucia e inteligencia, nos enseña que a veces hay que ser estratégicos para navegar en un mundo complejo.
En el Petit Lenormand, la carta de los “Dados” simboliza el juego del azar y las decisiones arriesgadas. En combinación con otras cartas, puede amplificar el significado de la incertidumbre o, por el contrario, indicar que asumir un riesgo podría resultar beneficioso. Añade a las cartas cercanas una dimensión de aleatoriedad y de toma de riesgo calculado.
La carta de las Máscaras está llena de símbolos. Evoca, ante todo, la apariencia y la cuestión de la verdadera identidad que se esconde detrás de la máscara. Este tema me recuerda a la carta del Ramo, que habla de superficialidad, y a la carta del Jardín, que en el contexto social puede sugerir falsedades y la importancia de las apariencias. La máscara encarna también la idea de ocultar, de guardar un secreto, en un eco con la carta 26, El Libro, que en su sentido clásico también representa lo oculto.
La interpretación del autor, que ve en la máscara una forma de abrazar las paradojas y convertir las contradicciones en puntos fuertes coherentes, es curiosa e incluso inesperada. La carta ilustra esta visión con dos máscaras, una sonriente y otra haciendo mueca, representando las múltiples facetas de la vida.
Personalmente, quizás hubiera elegido otro símbolo para expresar esta dualidad, como el yin y el yang, que representa la armonía de los opuestos de manera más directa y comprensible. Sin embargo, reconozco que el uso de las máscaras por Ciro Marchetti aporta una dimensión teatral y visual que llama la atención e invita a la reflexión.
Por otra parte, es importante no dejarse llevar por la idea de que todo es apariencia. Las Máscaras nos recuerdan que detrás de cada fachada hay una verdad más profunda, y que el secreto no siempre equivale a engaño, sino que también puede ser protector y sagrado. En suma, la carta de las Máscaras en el “Gilded Reverie Lenormand” es un símbolo potente de la complejidad humana.
En el Petit Lenormand, la carta de las “Máscaras” sugiere temas de ilusión y revelación. En combinación con otras cartas, puede señalar que las apariencias engañan o que verdades ocultas están a punto de salir a la luz. También puede resaltar el papel de las percepciones y prejuicios en la situación.
La carta del Pozo me llama la atención por su versatilidad interpretativa. Encierra la búsqueda de profundidad, ya sea a través de la introspección o de la investigación exhaustiva. También simboliza un regreso a las raíces, un recordatorio de reconectarnos con nuestras fuentes y lo esencial en nuestra vida.
En una perspectiva positiva, el Pozo representa una fuente inagotable, una promesa de que los recursos vitales no faltarán, incluso en tiempos de escasez. Para mí, esta carta enriquece realmente el Lenormand por su capacidad de evocar continuidad y permanencia. Nos invita a sumergirnos en lo más hondo de nuestro ser para extraer sabiduría y verdad. Es una metáfora del recurso interior, siempre disponible para quien sabe buscarlo. No obstante, es importante no idealizar el Pozo como garantía absoluta de recursos infinitos.
En resumen, la carta del Pozo en el “Gilded Reverie Lenormand” es un símbolo de búsqueda y autodescubrimiento. Ofrece una visión más profunda sobre los temas de exploración interior y supervivencia.
En el Petit Lenormand, la carta del “Pozo” actúa como símbolo de recurso y profundidad. En combinación con otras, puede indicar la necesidad de recurrir a recursos internos o externos.
La Brújula, en su simbolismo, me parece un eco de la carta 16, Las Estrellas. Si bien Las Estrellas se ven tradicionalmente como un signo de buen augurio, salvo cuando las cubren las nubes, creo que esta visión es demasiado limitada. Para mí, Las Estrellas encarnan la esperanza, la serenidad, la fe. Son un punto de referencia en el cielo, como un faro que guía en la noche o en la tormenta, un símbolo de mantener el rumbo frente a las pruebas.
La Brújula, por su parte, representa la dirección y la determinación de seguir un camino elegido. La interpretación es similar, y la Brújula puede ser englobada por el simbolismo de Las Estrellas, más universal y profundo. Creo que preferiría una carta como el “Mapa”, que sugiriese la idea de delimitar un territorio o evaluar las fuerzas en juego, más que la “Brújula” que enfatiza sobre la orientación personal (y que es bastante cercana a Las Estrellas).
Quizá haya un matiz a destacar entre la Brújula y Las Estrellas con la idea de una trayectoria predeterminada. A diferencia de Las Estrellas, que pueden simbolizar un destino escrito, la Brújula nos recuerda que somos dueños de nuestro camino, capaces de redefinirlo siempre. Es un matiz que, en mi opinión, no es tan diferenciador como para justificar la existencia de la carta Brújula.
En el Petit Lenormand, la carta de la “Brújula” sirve como guía, señalando la dirección a seguir. Asociada a otras cartas, puede subrayar la necesidad de seguir la intuición o de confiar en referentes para encontrar el camino. También puede indicar una elección o decisión importante sobre la trayectoria de vida.
La ilustración del Laberinto de Ciro Marchetti, con sus muros vegetales y su cúpula central poblada de aves, me recuerda a la carta 20, El Jardín. Aunque en la versión de Marchetti el Jardín se presenta con una fuente y escaleras hacia un invernadero, la idea de un jardín laberíntico donde los caminos se cruzan sin encontrarse es atractiva. Contrasta con el Jardín tradicional, lugar de encuentros e intercambios.
El Laberinto comparte también cierta noción de encierro con la carta 8, El Ataúd, que añade además la idea de finitud y muerte. Asimismo, el Laberinto puede parecer redundante con la carta 11, el látigo, que evoca conflictos y desgracias, pero también un dolor crónico, como si uno estuviese atrapado en un círculo vicioso. Perderse en el Laberinto es como dar vueltas en la propia habitación, castigándose con los propios remordimientos y dolores.
El Laberinto también puede invitarnos a reflexionar sobre nuestro camino de vida. Simboliza rodeos, callejones sin salida, pero también los descubrimientos que se hacen al buscar. Es una metáfora de la búsqueda personal, con sus pruebas y revelaciones. Sin embargo, es clave no verlo solo como trampa. También puede representar un proceso necesario de investigación y exploración interior, recordándonos que a veces, perdiéndose es como uno se encuentra. Así, la carta puede diferenciarse claramente del Jardín, el Ataúd y el látigo.
En el Petit Lenormand, la carta del “Laberinto” simboliza el viaje interior y los desafíos que requieren perseverancia e introspección. Asociada con otras cartas, puede indicar un camino complejo hacia la resolución de una situación o la necesidad de descifrar mensajes ocultos. También puede resaltar un proceso de transformación en curso.
La carta de la Lupa me impulsa a una introspección minuciosa, recordando la carta 41 del Pozo, donde la búsqueda de la verdad exige profundizar. La Lupa también evoca la carta 23, Los Ratones, que con su comportamiento hurgador refleja el acto de examinar con detalle, como quien quiere descubrir lo oculto.
En su sentido clásico, Los Ratones se asocian a recuperar algo perdido, lo que me recuerda a la imagen de un detective de dibujos animados, lupa en mano, decidido a resolver un misterio. Esa precisión de análisis y búsqueda de claridad puede hacer que Lupa y Ratones compartan área interpretativa.
La Lupa simboliza la atención al detalle y el descubrimiento. Recuerda la importancia de la observación y de la concentración para comprender. Es esencial no obsesionarse con los detalles hasta perder la perspectiva general. La Lupa invita a equilibrar visión global con análisis fino, para no perderse en lo accesorio. Atención a diferenciar la Lupa del Pozo y de la carta de Los Ratones.
En el Petit Lenormand, la carta “Lupa” simboliza el examen minucioso y el enfoque en los detalles. Asociada a otras cartas, puede señalar la necesidad de un análisis profundo para captar las sutilezas de una situación o descubrir información escondida. También puede destacar la importancia de la precisión al interpretar las cartas cercanas.
Quiero reconocer la iniciativa de Ciro Marchetti que, con la creación de ocho cartas extra, demuestra compromiso y voluntad de ofrecer un juego lo más completo posible. Estas cartas, representadas por objetos y lugares, aportan una dimensión universal destacable al juego, como el Puente, los Dados, las Máscaras, la Brújula y la Lupa.
Sin embargo, debo decir que, a pesar de su carácter universal, estos objetos no poseen para mí la riqueza simbólica de animales como el Perro, el Oso o la Serpiente, cuyos significados varían mucho según la cultura, enriqueciendo así el interés adivinatorio de estas figuras.
Símbolos como la Luna, el Sol, el Árbol, la Casa o el Barco, tan genéricos como la Lupa o la Brújula, tienen una densidad interpretativa más profunda, con resonancia humana que trasciende la de los objetos.
Al explorar el Lenormand, te animo a personalizar tus interpretaciones, hacerlas únicas y coherentes con la simbología de las cartas. Integra sin miedo las cartas extra en las 36 tradicionales, o sustituye algunas. La Lupa podría reemplazar la Carta o el Libro o incluso a Los Ratones, la Brújula a Las Estrellas, las Máscaras al Jardín, el Puente al Camino, los Dados al Zorro, etc.
Tu sensibilidad e imaginación son las únicas limitaciones para explotar el sistema Lenormand. Por ejemplo, la carta 42, la Brújula, comparte similitudes con Las Estrellas, sobre todo en el “Gilded Reverie” donde la estrella central parece un dial de brújula, y la propia brújula, con una cara solar, recuerda a la carta 31, el Sol, y su cuadrante solar. Estos lazos, intencionales o no por parte del autor, invitan a sustituir o vincular cartas, o al menos generar conexiones entre ellas.
Por último, te invito a usar las cartas en blanco que traen algunos mazos, como el “Gilded Reverie”, para añadir tus propios símbolos, objetos, lugares, animales, etc. Es casi una pena que el autor no incluyera más cartas en blanco, ya que sería una gran oportunidad para enriquecer tu Lenormand favorito con tu toque personal.
Palabras clave para las 36 cartas del Petit Lenormand, para deslizar en tu baraja favorita. Tu desplegable siempre contigo, al alcance de la mano, para guiarte en tus tiradas. Gracias a él, tus interpretaciones ganan en riqueza y finura.
Espero que con los elementos personales que propongo para cada una de las cartas extra puedas comprender mejor su uso. No dudes en dejar tus comentarios y compartir tu propia visión de las cartas.
Tras explorar las cartas extra del Gilded Reverie, quizás tengas aún preguntas sobre las 36 cartas del Petit Lenormand. Descubre mi artículo completo para ampliar tus conocimientos y responder todas tus dudas.
Cada carta del Lenormand es un universo de símbolos y significados que se entretejen con nuestras propias historias. Tu interpretación personal enriquece el tejido de nuestra comprensión colectiva. ¿Qué carta resuena más contigo? ¿Tienes una anécdota o interpretación personal que pueda aportar una nueva luz a los misterios del Lenormand?
Te invito a compartir tus hallazgos e historias en los comentarios abajo. Tu aportación es valiosa y puede ser un faro para otras personas en su camino de descubrimiento ^_^
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